Cuando tenía veintitantos no se me hubiera ocurrido pensar que los muebles iban a ocupar un lugar tan importante en mi vida. Me han ayudado a sobrellevar momentos no muy buenos y me han dado muchas alegrías. También me han hecho confiar más en mí misma y me han hecho sorprenderme de lo que puedo llegar a hacer. Todo empezó con este marco que me encontré en la calle junto a un contenedor de basura. El espejo estaba roto pero en cuanto lo vi supe que tenía muchas posibilidades. Compré pintura y demás materiales que me aconsejaron en una tienda de manualidades y empecé la transformación.
Seguramente cometí muchos errores pero fue el inicio de una bonita afición.
Hola... me ha gustado el comienzo de tu blog. La verdad es que siempre he admirado a la gente como tu. Es que es todo un arte el trasformar un espejo tan estropeado en un trabajo tan acabado y con detalle como parece que tiene. Debes haber invertido muchas horas, no?
ResponderEliminarTe seguire...
La verdad es que sí le dediqué bastante tiempo pero quizá fue por mi inexperiencia. Ahora resulta algo más fácil. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias.
Eliminar